Conceptos relacionados con la forma de representar el cuerpo de la mujer, el respeto a la creatividad del artista, la capacidad de decisión del equipo de gobierno, el feminismo e, incluso, el David de Miguel Ángel estuvieron presentes en la recta final del pleno del Ayuntamiento de Azpeitia del martes a raíz de una pregunta de EAJ/PNV al equipo de gobierno sobre el destino final de la escultura Labandera que el escultor azpeitiarra Josu Azkue quiso regalar al pueblo de Azpeitia.

Pese a su buena voluntad, la propuesta no tuvo la acogida esperada, ya que el equipo del gobierno de EH Bildu decidió rechazar el regalo al considerar que su tipología “no se corresponde con la imagen de las lavanderas de aquella época”, lo que fue muy criticado por la formación jeltzale. 

Poner en valor el trabajo callado

Labandera fue una de las ocho obras seleccionadas Sormen Bekak 2023, una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Azpeitia con el objetivo de promocionar diferentes proyectos creativos en el ámbito del arte. Un jurado formado por ediles de EH Bildu y EAJ-PNV, representantes del área de Cultura y Kulturaz puso en valor la propuesta de Azkue, que tenía como finalidad la ejecución de una escultura de mármol negro de Markina de tamaño natural que representará y pusiera en valor el trabajo callado y muchas veces minusvalorado de las mujeres.

Vista de la escultura de la lavandera de Azpeitia que tanto revuelo ha causado.

Para ello, tomó como referencia la figura de la lavandera, en recuerdo a las vecinas de Azpeitia que salían de sus casas cargadas con la ropa de toda la familia camino de los lavaderos público para sumergir las manos en sus frías aguas y limpiarla, tanto en los días cálidos del verano como en lo más crudo invierno. En su propuesta, el escultor azpeitiarra presentó una maqueta que adelantaba el resultado final, además de señalar el espacio publico que daría sentido a la obra, el viejo lavadero anexo a la parroquia de San Sebastián de Soreasu, algo que finalmente no va a suceder.

Escultura de dos metros en mármol

A lo largo de varios meses, el escultor azpeitiarra le ha ido dando forma al duro mármol en una parcela situada en el barrio Izarraitz. El resultado final ha sido una escultura de dos metros que representa a una mujer joven en posición altiva que sujeta una cesta sobre su cabeza mientras mira directamente al que la observa en una postura que hoy podríamos definir de empoderamiento.

EAJ-PNV considera que Labandera no solo reivindica el trabajo de la mujer de Azpeitia sino que, además, responde al pie de la letra a los fines de Matazak, una iniciativa del Ayuntamiento azpeitiarra que quiere recuperar del olvido y sacar a la luz todo ese trabajo silenciado y poco valorado que ha llevado a lo largo de la historia.

De hecho, lamentó por medio de su portavoz Hegoa Larzabal que la negativa a recibir la obra se sustente en una mera valoración de la apariencia física, sin tener en cuenta la creatividad del artista y pidió a EH Bildu que reconsiderara su postura: ”¿Cuál es la imagen de las mujeres vascas? ¿Hoy tenemos que empezar a valorar y clasificar a las mujeres por su apariencia física? En la historia del arte hay de todo, y además son el reflejo y la impresión de los artistas. Las obras no tienen por qué estar ligadas al realismo. Pensábamos que en el Ayuntamiento actual tendríamos superada esa situación. Por todo ello, solicitamos al Ayuntamiento y al Gobierno Municipal ratifiquen el compromiso del proyecto que eligió y apoyó en las becas Sormen para poder desarrollarlo en su integridad. Más, cuando estamos hablando de una obra hecha por un azpeitiarra”. 

Estereotipo de la mujer

El concejal de Cultura, Aitor Larrañaga, fue el encargado de defender la postura del equipo de gobierno de EH Bildu a la hora de rechazar la obra y su colocación en el lavadero, alegando razones vinculadas a la propia tipología de la obra como a otras de tipo técnico relacionadas con las becas Sormen y las obligaciones del consistorio. “Nos oponemos a que la obra se ubique en ese espacio porque entendemos que la escultura no se corresponde con la imagen que representaría a las mujeres de Azpeitia que iban al lavadero en la época en la que se hacía uso de él. Por otro lado, el Ayuntamiento de Azpeitia no tiene ninguna obligación con los artistas que hacen sus obras dentro del proyecto Sormen. En su dossier pueden plantear dónde quieren colocar las obras, decir que quieren venderlas o cualquier otra cosa, pero eso no obliga a nada al Ayuntamiento”.

"El feminismo representa cuerpos diferentes"

La concejala de Igualdad, Miren Arrieta, incidió también en la importancia de poner en valor el papel de la mujer y reivindicó la labor que lleva a cabo en ese campo Matazak, un proyecto encaminado a rescatar del olvido esos trabajos callados y relegados al olvido como el la lavandera que representa la obra de Iosu Azkue. Pero esta coincidencia con los objetivos finales no concuerda con la forma que el autor eligió al materializar la obra ya que, a juicio de Arrieta, Labandera responde a un estereotipo del cuerpo femenino alejado del que se defiende desde el feminismo. “Matazak inició su andadura en la pasada legislatura con el objetivo de poner en valor, sacar a la calle y mostrar el trabajo de las mujeres en el espacio público. Sin embargo, el feminismo representa rostros diferentes, cuerpos diferentes y tipos de mujeres diversas, algo que no hace la escultura de la que estamos hablando”, manifestó Arrieta.

El concejal de EAJ-PNV, Jabier Altuna, considero insuficientes los argumentos de los concejales de EH Bildu en un campo tan abierto a la crítica como es el del arte. “El arte es un campo muy subjetivo y más si hablamos de arte moderno, pero lo que no se puede negar es que la obra de Azkue está muy ligada a los fines que persigue Matazak. Por eso, decir que no refleja la imagen de la mujer de la época nos parece insuficiente. Con un argumento de ese tipo hoy no podríamos disfrutar del David de Miguel Ángel, ya que alguien podría alegar que se le representa desnudo, cuando en la realidad cabe pensar que estaría vestido cuando se enfrentó a Goliat”.

El autor de la lavandera de Azpeitia: "Estoy cansado por la polémica"

Josu Azkue, en autor de la escultura, no esconde su disgusto, al que ahora se suma la repercusión viral que la noticia está teniendo. “Estoy cansado del revuelo que se ha montado y de verme en medio de todo ello. Prefiero no hacer declaraciones sobre este tema”, manifestó el escultor azpeitiarra que regaló la escultura al municipio con la intención de que esta se colocara junto al viejo lavadero anexo a la parroquia de San Sebastián de Soreasu.

De hecho, su proyecto fue elegido en las becas Sormen de 2023 que promueven proyectos creativos y, en su propuesta, donde ya esbozó una maqueta de lo que se convertiría tras el proceso creativo, reivindicaba una obra para poner en valor el trabajo callado de las mujeres con la imagen de una lavandera.

La propuesta contemplaba una muestra protagonizada por la figura que permitiría ver el proceso de transformación del bloque de mármol negro de 2.800 kilos en la lavandera con la ayuda de las fotografías que ha sacado en los ocho meses que le ha llevado la ejecución de la obra. ”No sé ni qué decir; solo que la figura no cabe por la puerta de la sala que me han ofrecido”, termino diciendo Azkue respecto a la alternativa ofrecida desde el Consistorio de EH Bildu, donde tras rechazar que la escultura sea expuesta en la calle, le han ofrecido exponerla en la sala Betharram de la localidad.