UPN es el único partido que no presentará candidatura para las elecciones europeas

Son, sin embargo, unas elecciones tradicionalmente difíciles para los partidos. De entrada por el desapego ciudadano hacia la Unión Europea y la lejanía de unas instituciones en las que, al final, las decisiones importantes se acaban tomando en las cumbres de los jefes de Estado y ministros de los países miembros.

A ello se une la circunscripción única. Los 61 escaños que se reparten en el Estado español se asignan forma proporcional y sin criterios territoriales, lo que abre la puerta a partidos extraparlamentarios y empuja a los de ámbito territorial a buscar alianzas para lograr representación. 

Algunos ni siquiera llegan a presentarse. Es el caso de UPN, el único partido navarro que no tendrá papeleta en los colegios electorales el próximo 9 de junio. Tras el portazo del PP, que ha rechazado incluir a ninguno de sus representantes en la lista europea, los regionalistas no acaban de fijar una posición. 

Sobre la mesa hay al menos tres opciones. Pedir el voto para el PP, invitar a la participación de forma sutil o directamente ignorar las elecciones. Pero ninguna parece buena, sobre todo después de haber quedado en las últimas elecciones generales por detrás del PP, que aspira a ocupar en Navarra el espacio tradicional de la derecha regionalista.

En clave de política interna

De los principales partidos, tanto el PP como PSOE han apostado por caras conocidas. La candidatura socialista la encabeza la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ya jugó un papel protagonista en las negociaciones para el pacto energético en la UE. La exministra Dolors Montserrat repite por parte de los populares, que buscan dar a estas elecciones una lectura en clave interna. La manifestación convocada en Madrid contra la amnistía en el inicio de la campaña es una buena prueba.

PP y PSOE se disputarán ser la primera fuerza en la circunscripción nacional, aunque solo los socialistas han situado en posiciones de salida a una navarra. Se trata de Elena Sancho, diplomada en Ingeniería Técnica de Telecomunicaciones y concejala en Ribaforada. Irá en el puesto 19, por lo que logrará escaño si el PSOE conserva los 21 escaños que tiene actualmente.

En puesto de salida va también Pernando Barrena, el otro navarro con opciones de llegar a Estrasburgo. Eurodiputado entre 2019 y 2022, ocupa el segundo lugar en la candidatura Ahora Repúblicas que EH Bildu comparte con ERC y el BNG. Hace cinco años esta misma coalición logró tres escaños.

También apuesta por una coalición Geroa Bai, en este caso liderada por el PNV con Coalición Canaria como aliado en una lista en la que se ha integrado Geroa Socialverdes. La representación navarra en la candidatura corre a cargo de Amaia Arrizagalaga, antigua jefa de gabinete de Mikel Irujo en Industria y actual asistente parlamentaria de Geroa Bai. Irá en el puesto tres de una coalición que en las últimas elecciones logró una eurodiputada, Izaskun Bilbao.

No obstante, tanto EH Bildu como Geroa Bai presentarán papeleta propia con su logo en la Comunidad Foral. La lista electoral estará formada exclusivamente por sus candidatos navarros en el caso de Geroa Bai, y de nombres de la CAV y Navarra en el de EH Bildu. En todo caso, los votos se sumarán a los obtenidos por las respectivas coaliciones en el resto de territorios.

Estas elecciones son además una prueba para el espacio de la izquierda confederal, que tras la mala experiencia de las elecciones en Galicia y en Euskadi vuelve a concurrir por separado. De un lado irá Sumar, con la directora la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, Estrella Galán, como candidata. Mientras que la lista de Podemos estará encabezada por la exministra Irene Montero. El resultado de estas elecciones marcará en gran medida la relación entre ambos partidos y el futuro del espacio a la izquierda del PSOE. Por su parte, Vox concurrirá con el eurodiputado extremista Jorge Buxadé al frente de la lista.