El exjugador del Real Madrid Mikel Lasa ha recordado lo que supuso para el equipo la llegada de un psicólogo al equipo, de la mano de su entrenador entonces, Benito Floro, y ha relatado alguno de los métodos novedosos que se estilaban por aquellos tiempos, a principios de los años 90. En una entrevista en varios medios –Relevo y As–, el futbolista guipuzcoano relata el peculiar trabajo que desarrollaba con ellos Emilio Cidad para los encuentros en El Sadar.

“Fue algo muy curioso y vivimos experiencias insólitas”, recuerda. “Por ejemplo, antes de jugar en El Sadar, un campo hostil, nos llevaba al gimnasio y mientras caminábamos él iba con un pulverizador simulando que los hinchas rivales nos estaban escupiendo. La idea era aguantar y no hacer caso. Emilio iba pulverizando a todos buscando nuestro autocontrol para no reaccionar”, añade sobre las peripecias en el estadio pamplonés. “También llevaba a veces tarjetas en el bolsillo y a lo mejor salías de la ducha y te lo encontrabas sacándote una tarjeta amarilla, como si fuera un partido, para no tener reacciones malas en el campo ante una cartulina repentina. Lo primero que decías era: “Joder, ¿qué hace este hombre?”. Era bastante chocante, por no decir otra cosa”.

Mikel Lasa fichó por el Real Madrid procedente de la Real Sociedad en 1991 y jugó hasta 1997.