¿Cómo comenzó en el mundo de la interpretación?

De niño empecé a cantar en el Orfeón Pamplonés, ese fue mi primer contacto con el escenario. Pero recuerdo que cuando veía películas siempre decía que yo quería estar ahí, en la pantalla. Así que, un día, mi madre me comentó que tenía la oportunidad de hacer interpretación en el Bachiller Artístico de Teatro, Música y Danza del IES Plaza de la Cruz. Y estuve completamente de acuerdo. musical, Marilyn, y de ahí ya pasé a la carrera, a estudiar Comunicación Audiovisual.

Y siguió con el teatro.

Sí, hice teatro en la uni, me apunté a Butaca 78 para aprender a trabajar con la cámara... Y fue muy curioso, porque mi hermano también empezó a hacer Bachiller de Artes, pero él se quiere dedicar a la producción y a la realización.

Es listo.

(Ríe). Sí, sí, sí. Más listo que yo seguro. Él fue el que me comentó que habían venido unas personas de Netflix a hacer un casting para una serie. Yo sabía que esos castings normalmente van por representante, pero escribí, hice el casting y, aunque entonces tenía 20 años y buscaban a un chico de 18, fui pasando pruebas y al final me dieron un papel chiquitito que para mí fue el comienzo con las cámaras.

¿Y cómo decide seguir con la interpretación como carrera profesional?

Es que siempre he tenido claro que quiero ser actor. Me salga bien o me salga mal, quiero hacerlo y punto. No sé qué pasará en el futuro, pero, poquito a poco, me han ido saliendo una cosita aquí, una cosita allá, y siempre me ha ido bien. Cuando acabé la carrera me fui a Madrid a hacer un máster de interpretación y ahora vivo allí.

¿En qué proyectos trabaja ahora?

Es curioso, he vuelto a coincidir con actrices con las que ya había hecho un proyecto. Por ejemplo, ahora acabo de coincidir con Aina (Picarolo) en La sombra de la tierra, miniserie que dirige, por primera vez, Elvira Mínguez. Antes, en Tú no eres especial también había trabajado con Ainara, que también sale en Nina. También he estado en dos obras de teatro en Madrid, Todas las cosas que empiezan y Calle Viceversa nº 77.

Así que no quiere dejar los espectáculos en directo.

Y eso que lo dejé tiempo; después de la universidad estuve como un año y pico sin hacer teatro. Luego me salió Nina y estuve más centrado en el cine. Y sigo estándolo, pero es verdad que cuando he vuelto al teatro he visto que tener al público delante es otra cosa. Las emociones siempre distintas en cada representación. Es cierto que el cine te da más visibilidad y es más fácil a la hora de transmitir el mensaje, pero los dos medios me gustan. Lo que yo quiero es ser actor, y no lo hago para ser conocido ni nada, simplemente me gusta contar historias.

¿Sabe que es una apuesta a medio o largo plazo?

Totalmente. Cuando hablo con actores o actrices ya más experimentados siempre me dicen que no me preocupe, que esto va cambiando y a veces irá mejor y otras peor. Así que sí, sé que esto es una carrera de fondo. A veces soy un poco ansias y quiero más y lo quiero ya, y eso tampoco está mal, pero sé que tengo que ir poco a poco.